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Piriódico:Violencia en las aulas
Plantilla:Piriódico:Portada/Encabezado
Los profesores han protagonizado recientemente unas protesta contra la violencia en las aulas.
Ampliación de la noticia
Los profesores han protagonizado recientemente unas protesta contra la violencia en las aulas. La situación para ellos es complicada. ¡Hay profes que me han confesado que preferían darle clases particulares a Chucky!
La verdad es que no debe ser fácil gobernar una clase en la que hay más hormonas que en un congreso de culturistas. Y todas cabreadas: “Hola, hormona.” “¡Hola, ¿de qué?!”
Yo, afortunadamente, no he llegado a vivir situaciones violentas en el cole. Lo más violento que recuerdo fue cuando se le rajaron los pantalones al profesor de Historia. Aquello sí que fue violento. Nunca unos calzoncillos de Popeye hicieron tanto daño a una persona. Eso sí, la lección de ese día no se me olvidará nunca: “¿Quién descubrió América?” “Popeye, el marino.”
Bueno, sí había algo de violencia el día de tu cumpleaños: “Hoy es el cumple de Fer. ¡Vamos a tirarle de las orejas!” parecía una peli de zombis. Treinta niños, a cámara lenta, yendo a por ti: “Orejaaaaaaaas... Tiraaaaaaaaar... Cumpleañooooooos...” Y uno dando codazos para ser el primero: (a cámara lenta) “Dejadme a míiiiiiiii, que soy el repetidooooooor...”, con una mano como una raqueta de tenis. Y cuando te comprabas unas zapatillas nuevas, la tontería de que te pisasen y dijeran: “¡Estreno, estreno!” Yo, como era de clase humilde
, me compraba imitaciones, como las “Adaidas”.
En todos los colegios había un repetidor cabrón. El nuestro se llamaba Martín. Tenía 32 años y repetía E.S.O. desde antes que se inventara.
Yo me lo encuentro ahora y todavía le doy el bocadillo. Es curioso, porque luego esta gente crece y es gente normal, con un trabajo normal. Martín, por ejemplo, tiene una tienda de alimentación. Vende los bocatas que nos quitó en el recreo. Pero a ver quién le dice algo...
Los insultos también estaban muy presentes. Yo, lo primero que aprendí en el colegio, antes de escribir incluso mi nombre, es que, cuando te dice “¿Qué miras?”, tienes que contestar “El peo que te tiras”. Eso es viejísimo. En unas ruinas romanas se encontró una inscripción que decía: “¿Qué mirium? El peum que te tirum.”
En fin, desde aquí nuestro apoyo a los profesores. Y a los alumnos violentos sólo les diré que hay otra institución que también tiene patio y, si te portas mal, no te echan: Alhaurín de la Torre.