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Calígula
Calígula, (Roma, ..... el infinito - Roma, 41 dC) fue un Dios, un emperador romano, y tal vez el hijo del Anticristo, quien se hizo famoso por su locura demencial y sobre todo por poner a su caballo favorito de senador. Pronto se convirtió en un loco asesino en serie y el enemigo odioso del Senado.
La infancia de un loco
Él siempre ha existido (ya que es el infinito), pero murió inexplicablemente tras una conspiración urdida por los senadores celosos que lo mataron para tomar el poder usurpando por más veinte años antes del nacimiento de Cristo. Ninguno hasta la fecha ha logrado todavía entender cómo un dios inmortal pudo haber sido asesinado con tanta facilidad.
Desde su infancia, la familia lo llevó a menudo a jugar en el campo con los legionarios. En estos ambientes insalubres, fue entrenado en el arte de la guerra donde fue repetidamente golpeado y torturado por los cerdos y los legionarios pederastas. Los padres estuvieron de acuerdo y se educó a su hijo de acuerdo a una dura ley espartana, según la cual una persona tuvo que someterse a cualquier forma de violencia sin abrir la boca. Se convirtió en un fuerte, musculoso y tal vez inteligente. Un perfecto explorador dispuesto y listo para luchar! Sin embargo, la fama de esos años se debe principalmente a la felación practicada todos los días, en honor a los legionarios homosexuales. Él creó una moda y fue apodado Calígula (del latín Botitas o sea hasta abajo). Esta revolución acosada, había llevado a la férrea disciplina de la opresión, se convirtió en el ídolo de la multitud y el ejército ya lo había señalado como el futuro emperador del inmenso Imperio Romano.
Drusila, hermana de Calígula, con los años se convirtió en cada vez más objeto sexual preferido de los juegos eróticos del futuro emperador. Tal vez poca gente sabe, pero el incesto en esos días era una perversión normalmente corriente. Más de treinta años después de Cristo, Drusilla se enfermó y murió. Esta situación condujo en última instancia a la degeneración de la locura de Calígula, que así perdió su único pasatiempo.
El emperador Calígula y los conspiradores
En el 37 dC, Calígula fue nombrado emperador por el Senado decerebrati los que no se dieron cuenta en el momento de su locura, que se había convertido en niveles poco saludables para gobernar.
Calígula se convirtió en un gran amigo de los perros y los caballos, pero nadie podía entender por qué incluso pasaba días enteros con sus animales. En los primeros años de su reinado sangriento fue admirado por el pueblo y, sobre todo por la casta militar, quien agradeció la decisión de Calígula de mantener libre y abierto en torno a los relojes los burdeles de la ciudad, que también estaban dispersos por todo el imperio.
Los senadores comenzaron a detestar y oponerse a las decisiones del emperador, que estaba usurpando su poder sin la más mínima consideración. A menudo las sesiones parlamentarias, Calígula se dedicaba a masturbarse, con salvajismo, o con dos o más concubinas y si era por horas... Los senadores celosos y frustrados sexualmente, tramaron un complot para matarlo.
Mientras tanto, Calígula, se dio cuenta de la conspiración en su contra, nombró a su caballo favorito senador, él construyó un templo y se había proclamado a Dios, a menudo disfrazado como Venus. Además, muchos comensales fueron envenenados durante la cena en la víspera de Año Nuevo, incluyendo a los senadores sospechosos de traición a la patria. Tan grande fue el tirano sanguinario Calígula, todos sabemos, gracias a los libros de historia.
En los últimos años de su vida, Dios, Calígula se dedicó exclusivamente a lo más salvaje del sexo (con alguien) y a las drogas aromáticas junto con fiestas en las colinas de Roma. Los senadores estuvieron presentes en estos espectáculos obscenos, estos demonios del sábado sin hacer nada, por lo que decidieron el día del asesinato mientras bebían.
El final de un Dios
El fin de Calígula es muy estúpido, como todos los de los emperadores muertos asesinados.
Mientras Calígula miraba su reflejo etéreo en el espejo de su habitación, no se dio cuenta a tiempo de que detrás de él, había un senador con una cuchara atrás de él.
El pobre Calígula no pudo hacer nada, y fue golpeado en varias ocasiones con tal herramienta hasta que fue a estrellarse contra el espejo y el cristal se clavó en su cerebro. Así murió un emperador, un dios sacado de su locura.