Eduardo Manostijeras

Eduardo Martínez (el apodo Manostijeras apareció más tarde) nació en en un país multicolor por allá el 1698 fruto de la extraña relación de su padre, el famoso saltinvanqui comunista Raphael con unos pequeños bichos de Sri Lanka. El joven Eduardo sufrió mucho durante su infancia, en la que recibió abusos por parte de Leticia Sabater, su vecina. Saltó a la fama cuando Almodovar le ofreció un pequeño papel en la una de las obras maestras del director andorrano, Los Cazafantasmas. En esa película debía llevar unas prótesis metálicas en la mano, que le quedaron incrustadas por culpa del maquillador, que fue despedido. A partir de ese momento, Eduardo empezó a triumfar en la Série B.

Habilidades de Eduardo

• Insultar a los judíos.
• Insultar a los chinos.
• Insultarme a mí.
• Insultarte a tí.
• Negar el Holocausto judío.
• Escuchar el carrusel deportivo siendo Eduardo del Barcelona.
• Viajar en el tiempo.
• Como todo el mundo, odia a los gabachos.

Enemigos públicos

Los enemigos declarados de Eduardo són los judíos, el colectivo de taxistas de Madriz, la Sabiduría, Joshua Bell y la libertad de expresión.

Eduardo ayuda a Franco

También se dice que, gracias a su capacidad de viajar en el tiempo, Eduardo viajó hasta los años 30 y ayudó a Franco a vencer a los republicanos, que le entregó a Eduardo una llave que abre las puertas del infierno. La llave pasó a manos de Teresa Viejo, que se la robó a Eduardo mientras éste rascaba un boleto de Lotería (ganó diez años consecutivos el Campeonato Mundial de Rascar Boletos de Loteria).

EMO

Por si no se nota, Eduardo es EMO, y sus cuchillas le ayudan a la hora de llamar la atención:

	Si no miráis mi árbol en forma de Pene me rajo!
	Eduardo a sus vecinos.

Un día cumplió su amenaza. Desde ese día respira por un tubo que le aplicaron al cuello y se alimenta a través de una sonda.