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Glam metal

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De la serie Fucking Metal:
Glam metal

Look what the cat dragged in. El Sgt. Pepper's del Glam Metal

Look what the cat dragged in. El Sgt. Pepper's del Glam Metal
¿Dónde se comenzó a reventar oidos? En L.A., nena. ¿Dónde sino?
Instrumentos Los mismos que el rock en general y en capitán
Subgéneros revienta oidos Va a ser que no (aunque el Slaeze Rock podria serlo)
Fusiones pocas
Los mas tesos ¡Mötley Crüe!


«Que llevemos plataformas y nos pintemos los labios no quiere decir que no podamos darte una hostia»

~ Mötley Crüe ¿quién sino?


«Una vez les grité "A la mierda Mötley Crüe". Nikki Sixx salió corriendo detras de mí, pero no pudo alcanzarme, ya que llevaba zapatos de plataforma, y no podía correr»

~ Lars Ulrich


«L.A era el paraíso, ya sabes, nenas en bikini o sin él, botellas por vaciar, noches sin final, sexo descontrolado... volamos allí por eso»

~ Gang Lovetaker


Estilo caracterizado por que aquellos que lo practican llevan más maquillaje encima que una prostifurcia de nueva Orleáns, un volumen capilar que parece más algodón de azúcar que pelo, y ropa interior de mujer para salir a cantar. Además, musicalmente hablando, la voz suenaCom o si le estuvieran pisando los güevos al cantante más aguda de lo que es habitual

Orígenes

El origen de esta corriente fué descubierto hace relativamente poco, cuando en las ruínas de un bar de los Ángeles se encontró el siguiente manuscrito, que según el C-14 databa de 1982:

"Querida hermana Lucrecia:

No he podido escoger un peor momento para viajar a Estados Unidos. Parce que se está desarrollando una nueva moda en la que se pueden ver diversos signos apocalípticos. Parce que el mundo ha llegado a su fin. Se pueden ver por la calle hombres con larguísimos cabellos. Pero no melenas normales y corrientes como las que se ven en los jóvenes rebeldes de nuestro país, sino extremadamente voluminosas, cómo si se hubiesen vaciado 3 botes de laca en el pelo. Además, los hombres ya no visten con pantalones y camisa como suele ser normal, sino con camisetas extremadamente cortas y con mallas en las piernas. Usan calzado o con plataformas o botas como si fuesen a montar a caballo. Y se maquillan, lo cuál les ofrece un aspecto bastante andrógino. Las calles ya no son tranquilas y silenciosas por la noche, especialmente Sunset Boulevard, en el centro, dónde todas las noches se puede observar gente vestida de aquella guisa. La marcha es su vida, y tódas las noches hay fiesta asegurada. Yo precisamente hoy mismo he decidido bajar a ver un poco a ver cómo se desarrollan las cosas en esos bares rockeros, y después iré a enviarte la carta.

Tuya: María

Archivo:Son Goku Super saiyan 3.jpg
Un volumen de pelo normal y corriente

A partir de ésta misiva no enviada (al parecer el local se derrumbó porque la laca que había en el ambiente debilitó en demasía los tabiques, y no pudieron soportar el peso del techo) se dedujo que la leyenda del Glam era cierta y se comenzó a investigar, y mucha gente recordó muchos recuerdos que había reprimido, y se pudo elaborar una historía sobre aquel grandioso (pero para muchos vergonzoso) movimiento: El metal era un lugar normal y corriente hasta que apareció un gran genio conocido como Alice Cooper, el cual dió inicio al estilo que sería conocido como "Shock Rock". Entonces, otro dios del rock, David Bowie diole otra vuelta de tuerca al asunto e inventó el Glam rock. El glam rock al principio comprendía a un reducido número de bandas, como Queen, Kiss o Sweet, pero más tarde, a finales de los 70, con todo el auge del hard rock y tal, en la ciudad de Los Ángeles ¡comenzó el auténtico movimiento Glam metaaaaaaaaaaaaaaal!

Apogeo

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Típica banda Glam (Nitro, claro)

A finales de los 70, principios de los 80, fue en L.A. donde, en la zona conocida como sunset strip, se reunía toda la élite rockera en la noches de fiesta, fué en aquella época cuando surgieron las mayores y mejores bandas de Glam Rock (1979-1989), como Quiet Riot, Lita Ford, Mötley Crüe, W.A.S.P, Twisted Sister, Nitro, Dokken, Europe, Bon Jovi, Aerosmith, etc, etc, etc. La filosofía era: No competir por tocar mejor, o por dar conciertos más duraderos, sino por tener el pelo más largo y voluminoso.

Actitús (snif, perdón estornudé, quería decir) actitud

Boredrías y mala educación, yeah. Si House hubiera vivido en aquel tiempo sería el mejor Glammy de todos. La filosofía nº 1 era: echarle cojones. Una leyenda contada por Nikki Sixx de Mötley Crüe decía lo siguiente:

Abrecomillas.png    PENSÁBAMOS QUE ÉRAMOS LAS CRIATURAS MÁS MALAS EN LA GRAN TIERRA DE DIOS. Nadie podía hacerlo tan difícil como nosotros, ni tanto como nosotros, y salirse con la suya como nosotros. No había competencia. Cuanto más jodidos estábamos, más grandes pensaba la gente que éramos y más nos suplicaban que debíamos jodernos. Las radios nos traían groupies; los mánagers nos daban drogas. Cada persona que conocíamos se encargaba de que estuvieramos constantemente jodidos. No nos importaba una mierda sacar nuestras pollas y orinar sobre la mesa de la sala de radio durante una entrevista, o follarnos a la locutora en directo si estaba medianamente decente. Creíamos que habíamos elevado el comportamiento animal a una forma de arte. Pero entonces conocimos a Ozzy.

Empezamos a prepararnos para el tour con Ozzy en el Long View Farm en Massachussets, donde los Rolling Stoneshabían ensayado. Vivíamos en desvanes y les rogué que me dejaran estar en el que Keith Richards había dormido, el cual estaba en el granero. Nuestros conductores de la limousina nos traían tantas drogas y sedantes de la ciudad, que prácticamente no podíamos mantener nuestros ojos abiertos durante los ensayos. Tommy y yo pusimos un cubo en medio de nosotros, y así teníamos algo donde dejarnos caer. Una tarde, nuestro manager y la compañía discográfica vinieron a ver nuestro progreso, o retraso, y a mí me pillaron doblado.

Fuimos a muerte con él desde el primer día. Él nos tomó bajo su ala y nos hizo sentirnos confortables tocando para veinte mil personas cada noche, y nuestro ego creció como ningún otro que hubieramos tenido con anterioridad. Después del primer show, tuve un sentimiento parecido al que ya sentí cuando llenamos nuestra primera noche tocando en el Whisky. Sólo que esto era más grande, mucho mejor, y mucho más cercano a la victoria definitiva, fuera lo que fuera y estuviera donde estuviera eso. El pequeño sueño que habíamos tenido todos juntos cuando vivíamos en la Mötley House estaba a un paso de ser una realidad. Nuestros días matando cucarachas y buscando comida habían pasado. Si la actuación en el US Festival fue un pequeño indicio de lo que podíamos llegar a ser, el tour con Ozzy fue el momento que puso a toda la banda al rojo vivo. Sin esto, hubieramos sido probablemente como otras bandas de L.A. estilo London, estrellas incipientes que nunca acaban de despegar.

Ozzy no pasó casi ninguna noche en su bus: estaba siempre en el nuestro. Aparecía por la puerta con una bolsa de coca, cantando "Soy el hombre del polvo, trayendo todo el polvo que puedo, que puedo", y nosotros esnifábamos el polvo durante toda la noche, hasta que el bus se paraba en la próxima ciudad en que tocábamos.

En una ocasión, esa ciudad resultó ser Lakeland, Florida. Salimos del bus bajo el calor de la mañana, y nos fuimos directos al bar, el cual estaba separado de la piscina por una ventana de cristal. Ozzy se quitó los pantalones y metió un billete de un dolar en el agujero de su culo, entonces entró en el bar, y ofreció el billete a cada pareja de su interior. Cuando una mujer mayor comenzó a maldecirlo, Ozzy cogió su bolso y comenzó a correr. Volvió a la piscina sin vestimentas excepto con un minúsculo vestidito que había encontrado en el bolso de la anciana. Nos descojonábamos, sin estar muy seguros si sus travesuras eran fruto de un perverso sentido del humor o de un severo caso de esquizofrenia. De cada vez más, tiendo a pensar lo último.

Allí estábamos todos, con camisetas y pantalones de cuero, Ozzy con su vestido, cuando de repente me dió un codazo. "Hey, colega, tengo un antojo".

"Colega", dije, "nos hemos quedado sin coca. Quizá puedo enviar al conductor del bus a por más".

"Dame el cilindro", dijo, sin inmutarse.

"Pero, colega, no hay polvo".

"Dame el cilindro. Tengo un antojo".

Le pasé el cilindro, y se fue hacia una grieta en la acera, agachándose sobre ella. Vi una larga columna de hormigas, marchando hacia una pequeña trinchera de arena construida justo donde el pavimento se topa con la porquería. Y mientas pensaba, "No, no lo hará", lo hizo. Puso el cilindro en su nariz y, con su desnudo blanco culo saliendo de debajo del vestido como una tajada de melón, tragó la columna entera de hormigas usando su nariz con una sóla y monstruosa aspiración.

Se levantó, echó hacia atrás su cabeza, y terminó con una poderosa esnifada derecha que probablemente envió a una o dos hormigas descarriadas hacia el fondo de su garganta. Entonces se levantó el vestido, se sacó la polla y comenzó a mear en el pavimento. Sin ni siquiera mirar a la creciente audiencia (todo el mundo del tour lo estaba mirando, mientras la vieja señora y las familias en la piscina pretendían simular que no), se agachó, y metiendo el empapando vestido en el charco, lo lamió. No sólo lo rozó con su lengua, sino que dio una docena de largos, persistentes y sonoros lametones, como un gato. Entonces se levantó, ojos llameantes y boca húmeda de orina, me miró y dijo "!Haz lo mismo, Sixx¡".

Tragué saliva y comencé a sudar. Pero este era un reto que no podía rechazar. Después de todo, el había hecho mucho por Mötley Crüe. Y, si queríamos mantener nuestra reputación como la banda más cretina del rock, no podía echarme atrás, no con todo el mundo mirando. Me desabroché los pantalones, saqué mi polla delante de todo el mundo en el bar y en la piscina. "Me importa una mierda", pensé para darme coraje mientras creaba mi charco. "Chuparé mi meado, que más da, viene de mi cuerpo de todas formas."

Pero cuando me agaché para terminar lo que había comenzado, Ozzy apareció y me apartó. Allí estaba él, a cuatro patas delante mio, lamiendo mi meado. Levanté mis manos: "Tú ganas", dije. Y lo hizo: a partir de ese momento siempre sabríamos que, estuvieramos donde estuvieramos, fuera lo que fuera lo que hicieramos, habría siempre alguien más enfermo y desagradable que todos nosotros.
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Así se las gastaban

Aquí tenemos a Blackie Lawless, gran maestre del Glam

El conflicto Glam-Thrash

Fue a mediados de los ochenta, cuando en la bay area de San Francisco (sí, San Francisco, han leído bien, ello no les quitará la masculinidad), muchos metaleros (díganse Metallica y muy especialmente Megadeth, de Los Angeles), veían los glamorosos excesos del Glam como una ofensa a su "heavy metal"(lo que en realidad sucedía era que sentían una punzante envidia a la popularidad del Glam Metal, a la voluminosidad de sus cabelleras y a la capacidad de sus intérpretes de acostarse con 20 tías cada noche después de sus conciertos). Así que Mustaine y compañía decidieron iniciar una revolución. Ellos pensaban que realmente el metal debería ser oscuro, sucio y brutal, y no tan brillante y pegajoso como el pop. Así que, tras las líneas enemigas, se armó la de cristo, en cuyo desenlace los titanes del glam decidieron desterrarlos a la ciudad de los Gays: San Francisco.

Horror para ellos, porque fue allí dónde se hicieron fuertes, sobre todo porque allí conocieron a un hombre increíblemente talentoso (sí, como Hanamichi Sakuragi), llamado Cliff Burton, el cual haría del Thrash metal una verdadera obra de arte. Bueno, pero esa es otra historia.

Así, con una legión de seguidores, el Thrash empezó a ganar tanta popularidad como el Glam, y thrashers y Glammys se daban de hostias por la calle.

Pero a finales de los 80, surgió una banda que "reconcilió" a ambos estilos: Guns N' Roses. ¿Cómo lo lograron? Simple, pues ambos gustaban, y mucho de las drogas. Y así este conflicto entre llegó a su fin (aunque se seguían dando de hostias por la calle)

Lo mejor de ambos estilos

El padrenuestro Glammy

Glam nuestro

que estás en L.A.

Venga a nosotros tu reino

hágase tu voluminosidad

en la tierra, en el cielo como en el suelo

La laca nuestra de cada día dánosle hoy

perdona nuestros cortes de pelo como nosotros perdonamos a los que se lo rapan.

Y no nos dejes caer en la sobredosis

más líbranos de la sobriedad.

¡Yeah, nena!

Doctrina Glam

Básicamente ésta se basa en: Llevar el pelo más largo y voluminoso que tu vecino y vestir más horteramente que él.

Además, si otro glammy te reta a a ver quien hace mejor algo horrible y asqueroso (cómo estar más tiempo sin ducharse) tú cómo machote que eres (aunque vistas de mujer) debes hacerlo.

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Las mujeres también pueden ser glam metaleras.

Famosas Bandas de Glam Metal

  • W.A.S.P.
  • Nitro
  • Slaughter
  • Poison
  • Dokken
  • Quiet Riot
  • Twisted Sister
  • Ratt
  • Tuff
  • Europe
  • Van Halen
  • Faster Pussycat (traidores, actualmente en busca y captura)
  • Pretty Boy Floyd
  • Hanoi Rocks
  • Lita Ford
  • Mr. Big
  • White Lion
  • Whitesnake
  • Warrant
  • Skid Row
  • Steelheart

Decadencia y tiempos actuales

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Clásica portada de disco Glam

A finales de los 80, el glam entró en una fase de decadencia progresiva. El sonido de la mayoría de bandas empezaba a tender, en exceso, al pop. Metallica con su archifamoso "Black Album" arrasaba con las audiencias y, al volverse tan populares, enganchaban al Thrash Metal a muchos o reivindicaban a sus antiguos seguidores. Pero la estocada final para el Glam Metal llegaría desde Seattle, donde aparecería un mandril harapiento con tendencias suicidas que se hacía llamar Kurt Cobain, cuya "música", una amalgama insufrible de alaridos y ruidos inarmónicos, "inspirados" en las vivencias pedofílicas de su infancia, a la que llamó "Grunge", se alzaba amenazante. No se sabe por qué su "banda" se hacía llamar Nirvana, ganó tanta popularidad en MTV y se granjeó la simpatía del público adolescente, cuya generación, desde aquel instante, recibió el nombre de "Generation X". De esta manera, habiendo perdido a su más fuerte aliado, MTV y sus primeras ubicaciones, el fin del Glam era cada vez más inminente. Pese a todo esto, las bandas de Glam Metal qué más popularidad tuvieron en los ochentas aún continuan tocando, grabando nuevo material y ofreciendo conciertos. Algunos, muy pocos, aún siguen usando sus antiguas pintas, pero han quedado atrás las canciones con la misma actitud descarada de antaño. En fin, el Glam Metal será recordado por siempre como uno de los estilos más influyentes y prolijos que nos legó la gloriosa década de los ochentas. AMÉN

Véase también

Archivo:Metal plantilla2.png