Licántropos hombres-pato

De la serie monstruos mitológicos:

Licántropos hombres-pato

Licántropo hombre-pato

Nombre Científico

Quackominido

Hábitat

La noche

Organización

Manadas

Actividad

Noches de luna llena

Dieta

Carne cruda

Inteligencia

Son tontos del culo

Aparición

Muy rara

Número aproximado

Cuatro

Armadura

Su piel es dura como el pan de hace tres días

Ataques

Muerden

Moral

Por los suelos. Le dan a todo

Notas

¡Tuto, coño ya!

Terrible criatura monstruosa mitad hombre, mitad pato, que deriva de la rama más fanática del culto al Pato. Se dice que su origen tuvo lugar a partir de un extraño y siniestro ritual, en el que los participantes se hinchaban a maíz y foie de pato, hasta que estaban a punto de reventar, y luego se dejaban devorar el hígado por un pato virgen e inmaculado, preferiblemente blanco, en una noche de luna llena. De este modo, al acabar el ritual, los participantes morían en un 99,9999999% de las veces, pero el porcentaje restante superviviente acababa convirtiéndose en una temible criatura, capaz de mutar a voluntad a cinco estados diferentes, desde forma humana hasta forma de pato, con tres estados intermedios.

El estado más mortífero es el mitad pato, mitad hombre. Consiste en una enorme criatura de 4 metros de altura, repleta de plumas, y que huele muy mal, increiblemente torpe, pero que es capaz de devorar una catedral gótica del siglo XIV de un bocado.

Su mordedura transmite una enfermedad: La licantropía. Los afectados viven normalmente, pero cada noche de luna llena, confunden la luna con el gran huevo (qué tontería, hoy en día todo el mundo sabe que está hecha de queso), que según la profecía traerá de vuelta al Pato creador, y que acabará con el mundo. En ese momento, pierden la voluntad, mutan al estado intermedio hombre-pato, y comienzan a comerse a sus seres más queridos y odiados.

Los científicos piensan que existe cierta relación entre la gripe aviar y la licantropía de los hombres pato, así como que su ADN contiene largas cadenas de CTA, pero todavía no hay pruebas concluyentes.