Síndrome de Fernando Alonso

Atención

Este artículo trata sobre el maravilloso deporte de la Fórmula 1. Si eres un fan de esta competición, puedes ayudarnos a ampliarlo; pero ten cuidado con lo que haces, o la ira de San Ganchao caerá sobre tí.

De la serie enfermedades y padecimientos:

Síndrome de Fernando Alonso

Archivo:MCLAlonso.jpg

El síndrome

Nombre común

Alonsismo

Clase

Trastorno del coche

Afecta a

El color de la ropa

Número de enfermos

200000

Pruebas clínicas

Negativos en tests de alcoholemia

Extendida en

Toda Aspaña

Diagnosis (síntomas)

Llevar las 24 horas ropa amarilla

Tratamiento

Dejar de ver la F1

Prognosis (expectativas)

Ver la Sexta

¿Contagiosa?

Muchísimo

Dieta

Ingleses a la parrilla

Caso famoso

El Calvo de La Sexta

Horrorosa epidemia que mina desde hace dos años, sin freno ni control alguno, la salud física y mental de miles de personas antaño sanas de nuestra querida Aspaña.

Orígenes y causas

Si bien se especuló con un posible origen viral, recientes estudios han confirmado que el principal responsable de la extensión pandémica del Síndrome no es otro que un bacilo recientemente bautizado con el nombre El Calvo de La Sexta, también conocido por el término científico Cocuspeladus Lameculum o Alonsus Melaponedurum. Este bacilo ~~inmundo~~ se transmite por ondas y ataca directamente al sistema nervioso del individuo, causando síntomas que varían en función del metabolismo receptor.

Durante la primera fase de expansión, se llegó a creer que los más vulnerables a los efectos bacileros del Calvo de La Sexta eran los individuos ~~gili...~~ de cociente intelectual limitado y los ~~frustr...~~ que presentaban una baja autoestima. Craso error. En una segunda cepa, más resistente, se demostró que el bacilo no necesita necesariamente de un electroencefalograma plano donde asentarse y que es capaz de atacar a mentes y personalidades fuertes, habiendo sufrido ya los primeros síntomas de este proceso degenerativo irreversible personalidades tan ~~impresentables~~ insignes como Melondi, Felipe Massa o los componentes del grupo musical La Pesadilla de Morfeo.

Sintomatología

Enfermedad extremadamente contagiosa, degenerativa y en cualquier caso mortal. La muerte del afectado suele ser extremadamente dolorosa, ya que no es causada directamente por la acción del bacilo, sino por un desagradable efecto secundario: lenta, pero inexorablemente, las pelotas de aquellos que tienen la desgracia de mantener contacto regular con el individuo afectado se van inflando cada vez más y más y más y más y más y más y más y más y más y más y más y más y más y más y más y más y más y más y más y más y más y más y más y más y más y más y más y más y más y más y más y más hasta que, presas de arrebatos incontrolables de ira, acaban por fundir a hostias los plomos del pobre afectado (en el mejor de los casos) o someterlo a experimentos científicos tales como comprobar la resistencia de sus órganos reproductivos con la ayuda de una cuerda de piano, un bólido de Fórmula Uno y un chimpancé borracho que tenga ganas de conducir por un circuito de rallies de montaña (en casos extremos).

Sé lo que está pensando: en que ahora mismo debería usted estar viendo páginas pornográficas en lugar de perder el tiempo con esta mierda. Pero si sún así siente curiosidad, le diremos cuáles son los principales síntomas del Síndrome de Fernando Alonso.

Principales Síntomas

Más cuellicorto que lo normal.

NECESITA fervientemente ser como Frenando Alonso.

Siente unos deseos infantiloides irreprimibles de “ser el más rápido en todo”.

Su mujer opina que una almeja guatemalteca tiene una vida sexual más excitante que la suya, consecuencia de la necesidad anterior, y a veces niega estar casada con usted.

Ha empezado a sentir recientemente un odio racial primario por mulatos británicos multimillonarios adictos al nepotismo.

Considera que su jefe es un pringao, sus compañeros unos gilipollas, hace usted todo el trabajo de la empresa, es usted la polla en vinagre, con usted rompieron el molde, cuando se va de putas es ella la que debería pagarle a usted, es usted el puto amo, el rey de reyes, su rostro es el centro del Universo conocido (y el que no lo es, no vale la pena conocerlo porque no vale nada sin usted)...

Y aun así no sonríes ni aunque te paguen cantidades indecentes de dinero por estar un rato de pié delante de unas cámaras y decir que te gusta mucho el reloj que llevas.

Si reúne usted algunas de estas características, empiece a preocuparse. Si las reúne usted todas, primero ALÉJESE DE MÍ, marginal, no me vaya a pegar algo, y después PREOCÚPESE EN SERIO. Amigo, su vida está en peligro.

Qué hacer en caso de contagio

Si su enfermedad se encuentra aún en el primer estadio del desarrollo, aún tiene cura: desenchufe la tele, no lea los periódicos, métase en cuarentena para no contagiar a nadie, y aíslese del mundo en algún desierto acompañado de tres tortugas de modo que le transmitan sensación de calma, sosiego y lentitud. Pero OJO, lleve ninguna tortuga que tenga cara de tonta o le acabará recordando al Calvo de La Sexta, lo que nos llevaría al principio. Y si aún así se produce una transferencia psicológica y acaba viendo al bacilo en alguna de esas tortugas, ¡CÓMASELA!.

Si su enfermedad se encuentra en algún estadio avanzado, péguese un tiro y no moleste, coño.

Nuevos hallazgos

Una tercera cepa se ha descubierto recientemente, el llamado ANTIALONSISMO, provocado al parecer por el mismo bacilo, pero con los efectos de querer ser a toda costa el principal FAN del rival más directo de Frenando Alonso, sea el que sea, caiga bien o mal, sea guapo, feo, aunque sea un tramposo de mierda o esté más enchufado que un negocio de frigoríficos a base de perfeccionar como nadie la técnica del braguetazo. Ejemplos: Kimi Räikkönen, Michael Schumacher y Lewis Hamilton.